Algo entre los arboles
Publicado el 1 de julio de 1998
No se si alguien va a leer esto, pero bueno, necesitaba escribirlo en algun sitio.
Siempre me molaron los bosques, pero de noche son otra historia. Raros, tio. Como si el mundo se apagara pero hubiera algo ahi despierto. El otro dia estaba dando una vuelta por el y vi algo entre los arboles. Puede que solo fueran sombras o yo que se.
No digo que pasara nada raro ni nada, solo que me llamo la atencion. Quiero empezar a escribir aqui lo que vaya viendo. No espero respuestas ni nada, pero a lo mejor ordenarlo me ayuda a entenderlo.
- Sam
Grabe gritos
Publicado el 3 de julio de 1998
Ayer volvi al bosque con mi viejo telefono. Queria grabar un poco de audio, no se, por si pillaba algo raro o lo que sea. Iba caminando sin mucho rumbo, grabando mientras me adentraba mas y mas en la zona donde vi las sombras el otro dia.
Y de repente... escuche algo. No se si eran gritos o que, pero sonaba como si alguien estuviera pidiendo ayuda o chillando, no se. Me raye bastante, asi que me escondi detras de unos arbustos y me quede ahi quieto. Segui grabando sin moverme.
Luego parecio que todo se calmaba. Cuando llegue a casa y escuche la grabacion, hay un fragmento donde se oye algo, justo antes de que yo corte. No se que es ni de donde venia. No me atrevi a volver por el mismo sitio.
Recorte el trozo donde se oye mejor y lo subi aqui:
Puede que solo sean animales o gente, pero no suena normal. Voy a intentar volver pronto. Pero con cuidado.
- Sam
Luces raras
Publicado el 6 de julio de 1998
Ayer por la noche fui otra vez tratando de adentrarme un poco mas en el bosque. Esta vez no queria grabar nada, solo ver si sentia algo raro o lo que sea. Me sente en una roca y estuve como 20 minutos sin moverme.
Y de repente vi unas luces. No muy fuertes, como blancas, moviendose entre los arboles. Pense que era alguien con linternas, pero no hacian ruido, no se oia nada. Tampoco eran constantes, se apagaban y encendian como si flotaran o algo. No se explicarlo.
Estuve a punto de seguirlas pero al final me raje. Igual vuelvo esta noche.
- Sam
Algo enterrado
Publicado el 9 de julio de 1998
Volvi a la zona donde vi las luces. Habia barro, como si alguien hubiera pisado fuerte. Me dio por rebuscar un poco entre la tierra y encontre algo.
Era como un trapo humedo con algo envuelto dentro. Lo saque y era una caja pequeña de esas metalicas que encuentras en casa de tu abuela, super vieja. Por fuera tenia algo de oxido parecia llevar bastante tiempo alli. No tenia inscripcion nombre ni nada ningun envoltorio. Dentro habia una pulsera y una foto rota.
No se si esto es alguna movida de alguien, pero no parece una broma. La caja olia raro, como a humedad y hierro.
No la traje a casa. La enterre en otro sitio. No se por que pero me dio mal rollo.
- Sam
Sueño raro
Publicado el 12 de julio de 1998
Desde que toque la caja no tuve buenas sensaciones, esa noche tuve un sueño bastante chungo. No se si fue por eso o que, pero no lo puedo sacar de la cabeza.
Estaba en el bosque, pero no era el mismo que habia visitado anteriormente, era distinto. Todo estaba como desenfocado, como si fuera una peli vieja. Caminaba y escuchaba que alguien me llamaba, como si fuera una niña. Decia mi nombre, pensaba que seria yo mismo hablando en sueños pero tengo mis dudas parecia demasiado real. Me desperté con un ruido en la ventana. No habia nadie.
Puede que me este rayando demasiado con esto, pero ya no me parece tan divertido. Algo hay.
- Sam
Ruido metalico
Publicado el 15 de julio de 1998
Fui otra vez al bosque por la tarde, pero me quede hasta que se hizo de noche. Cuando ya estaba oscuro escuche un ruido como de algo metalico arrastrandose por el suelo. Era lento pero pesado, como si alguien llevara una cadena enorme o arrastrara algo de hierro oxidado.
No vi nada. Grabe un trozo pero no se oye bien, solo ruidos de fondo. Me dio bastante mal rollo. Me fui rapido.
Igual fue un animal, o alguien por ahi, pero no suena a eso. Lo subo por si alguien lo quiere oir:
- Sam
La mochila
Publicado el 18 de julio de 1998
Hoy encontre una mochila entre unas zarzas. Estaba super sucia, rota por un lado. No parecia que llevara ahi mucho tiempo, la tela no estaba del todo podrida ni nada. Dentro habia una libreta mojada, una botella vacia y un llavero con un nombre: "Marina".
No se si sera de alguien perdido o si forma parte de todo esto. La libreta no se podia leer casi, las hojas se pegaban y estaban negras por el agua.
He dejado todo donde estaba. He hecho una foto pero no se si subirla... me da mal rollo.
- Sam
En la libreta
Publicado el 21 de julio de 1998
Vale, no me aguanté. Saqué la libreta de la mochila y me la llevé a casa para intentar secarla con cuidado. Algunas hojas se rompieron, pero entre las que quedaban leí varias veces lo mismo: "no cierres los ojos en el claro".
Lo escribía una chica, eso seguro. También había dibujos raros, como ojos, árboles, una especie de figura con cuernos (o ramas, no sé).
No quiero volver al claro todavía, pero tengo la sensación de que tengo que hacerlo. Si todo esto es una broma... se la están currando demasiado.
- Sam
En el claro
Publicado el 24 de julio de 1998
Fui al claro.
Llevé el móvil grabando todo el rato, por si acaso. No encontré nada al principio, pero había ramas rotas como si alguien hubiera estado corriendo por allí. Me quedé quieto unos minutos. No cerré los ojos, por si acaso.
Y entonces pasó algo. No vi nada... pero sentí que alguien me respiraba en la nuca. Juro por dios que fue real. Me giré y no había nadie. Pero el móvil dejó de grabar justo en ese momento. No se apagó ni nada, simplemente el video no se guardó.
Me fui corriendo. No he vuelto a dormir bien desde entonces.
- Sam
Nombres
Publicado el 26 de julio de 1998
Hoy recibí un mensaje anónimo. No se cómo, porque este blog no tiene forma de contacto. Decía: “No estás solo, Sam. Marina no fue la primera.”
No conozco a nadie que sepa que estoy escribiendo aquí. Y ese nombre... Marina... es el del llavero de la mochila. ¿Quién me ha escrito eso?
Empecé a buscar cosas en internet, pero no encontré nada sobre desapariciones recientes con ese nombre. Igual si escarbo un poco más. Me da miedo pero también... necesito saber.
- Sam
La llamada
Publicado el 28 de julio de 1998
Anoche me llamaron al móvil desde un número oculto. Contesté sin pensar. No hablaba nadie, pero se escuchaba una respiración muy suave, como si alguien estuviera al otro lado en mitad del bosque. Luego un susurro. Solo dijo una palabra:
“ven”.
No sé si fue mi imaginación o qué. Pero no fue una broma. La voz sonaba real, como cerca, como si me conociera. Estoy pensando en volver al claro esta noche. Llevaré la cámara.
Por si acaso... si alguien lee esto... gracias por seguirlo. No sé si publicaré algo más.
- Sam
Última entrada
Publicado el 31 de julio de 1998
Esto es solo por si no vuelvo. Voy a entrar en el bosque esta noche. Solo grabaré lo que buenamente pueda. Me da igual si es una broma o si me estoy volviendo loco. Algo me llama allí.
He dejado la cámara preparada, la subiré si vuelvo. Si no lo hago... bueno, al menos que quede escrito.
En la libreta de Marina, en la última hoja, encontré algo escrito con sangre seca. Era solo una frase: “el bosque no olvida”.
Nos vemos (o no).
- Sam
Lo que quedo atras
Publicado el 18 de agosto de 2025
No se muy bien como empezar esto. Mi nombre es Daniel, y este blog no era mio. Pertencia a Sam, un colega de la uni. La cosa es que Sam desaparecio en 1998, cuando tenia 20 años. Nadie supo nunca que paso con el. La policia lo busco unos meses, pero al final... ya sabeis como va eso. Caso cerrado. Familia rota. Amigos perdidos.
Hace un par de semanas encontre una caja vieja en el trastero de sus padres. Dentro habia un ordenador de los de antes, de esos que arrancaban con disquetes. Entre sus carpetas encontre las claves de acceso a este blog. Al principio pense que seria solo un diario cualquiera, pero cuando lo abri... flipé. Estaba todo aqui, escrito por Sam justo antes de desaparecer.
No se si alguien mas llegara a leer esto en 2025, pero yo necesito continuar lo que el empezo. Puede sonar estupido, pero despues de tanto tiempo me niego a pensar que todo fue una simple "huida" o una "cosa de jovenes". El bosque sigue ahi. Y si lo que Sam escribio es verdad, puede que todavia guarde respuestas.
No prometo nada, pero voy a seguir sus pasos. Quiero saber que paso aquella noche del 31 de julio de 1998. Sam dejo su ultima entrada con algo escrito en la libreta de Marina: "el bosque no olvida".
Voy a comprobar si es cierto.
- Daniel
El cuaderno de Sam
Publicado el 20 de agosto de 2025
No puedo sacarme esto de la cabeza. Ayer estuve en la casa vieja de Sam, donde aún vive su hermano mayor. El tio casi ni me reconocía, pero me dejó pasar al cuarto que fue suyo. Todo está casi igual, polvo por todas partes y la ventana medio rota. Y ahí, en un cajón, encontré algo.
Era un cuaderno pequeño, de tapas negras, medio roto ya. No es un diario normal, son como notas rápidas, a veces solo frases sueltas. Lo raro es que muchas coinciden con lo que escribió en este mismo blog. Y hay cosas que nunca publico. Una de ellas decía: "no volveré por el mismo camino, el bosque no perdona".
No sé qué coño significa, pero empiezo a pensar que todo esto no era solo paranoia suya. Puede que alguien o algo realmente estuviera vigilando en ese bosque.
Voy a seguir leyendo el cuaderno y si encuentro algo más, lo pondré aquí. Sé que parece una locura, pero Sam desapareció hace casi 27 años y si esto ayuda a entender qué pasó... tengo que intentarlo.
- Daniel
El cuaderno
Publicado el 22 de agosto de 2025
No se ni como empezar esto. Seguí revisando el viejo PC de Sam y entre carpetas sin sentido encontré algo que me dejó helado: un cuaderno escaneado en parte, y el resto lo tenia guardado en una caja con sus cosas. El mismo cuaderno que mencionaba en su ultima entrada.
Las paginas estan hechas polvo, amarillentas, manchadas de algo que no quiero ni imaginar. Lo raro no son solo las frases sin sentido, sino los garabatos: lineas torcidas, dibujos de arboles, simbolos que no reconozco. Y en varias hojas aparece algo parecido... una sombra con cuernos, siempre cerca del bosque.
Algunas frases se repiten: "el bosque no olvida" y "todo vuelve". Entre los dibujos hay notas tachadas, como si Sam hubiera querido ocultar algo, o quizas no queria que se entendiera.
Lo que mas me raya es que algunas hojas parecen escritas con prisa, como si alguien lo persiguiera. O como si tuviera miedo de que le pillaran escribiendo.
No se si esto es un diario, un aviso, o un delirio de mi colega. Pero lo voy a subir aqui para que quede registrado. Voy a dejar una foto de una de las paginas para que lo veais vosotros mismos.
- Daniel
Correo no enviado
Publicado el 24 de agosto de 2025
Revisando los archivos en el viejo PC de Sam, encontré algo que no esperaba. Entre carpetas polvorientas y documentos medio corruptos había un cliente de correo antiguo. No parecía haber mucho, hasta que noté una carpeta llamada "Borradores".
Dentro había un único mensaje. Nunca se llegó a enviar, pero estaba dirigido a mí. Lo abrí con una sensación extraña, como si Sam lo hubiera escrito ayer y el tiempo lo hubiera dejado atrapado allí.
Dejare subida aquí una foto por si el ordenador dejase de funcionar tener pruebas de todo:
Leer estas palabras me dejó helado. Sam nunca me habló de esto, ni de “Marina”. Ahora la duda es inevitable: ¿quién era esa persona?, ¿qué sabía?, ¿qué papel jugaba en todo esto? Una cosa está clara: lo que Sam descubrió lo llevó directo al bosque… y yo debo seguir sus pasos.
- Daniel
El archivo
Publicado el 26 de agosto de 2025
No podia quitarme de la cabeza lo que Sam habia dejado en aquel correo. El nombre de “Marina” me sonaba como un eco en mi cabeza, aunque no sabia ni de quien se trataba. Asi que hoy he ido al archivo municipal, con la esperanza de encontrar alguna pista que encajara.
Pasé horas entre estantes, periódicos amarillentos y carpetas que olían a polvo y humedad. Buscaba cualquier cosa relacionada con desapariciones en el bosque. Y lo encontré. No de la forma que esperaba, pero lo encontré.
En un ejemplar de 1996, casi escondida en la sección de sucesos, había una noticia sobre una joven desaparecida en la misma zona. Su nombre: Marina Ramirez. La policía lo cerró como “fuga voluntaria”, pero no había pruebas. Testigos aseguraban que la vieron por última vez cerca del bosque. Desde entonces, nada más.
Se me heló la sangre al leerlo. No es solo un nombre en un llavero. Era una persona real, con rostro, con historia. Y ahora está desaparecida desde hace décadas.
¿Qué conexión hay entre Sam y Marina? ¿Por qué él encontró ese llavero tantos años después? ¿Y por qué siento que todo sigue vivo, latiendo, en ese bosque?
He escaneado la noticia y la dejo aquí. Juzgad vosotros mismos.
- Daniel
La casa de Marina
Publicado el 28 de agosto de 2025
Hace dos días subí aquí el recorte del periódico sobre la desaparición de Marina. Desde entonces no he podido dejar de pensar en lo que le ocurrió. Seguí hurgando entre los registros del archivo y, entre papeles desordenados, encontré lo que parecía un padrón antiguo o quizá una nota policial: su nombre junto a una dirección. Marina no era solo un nombre perdido en una noticia vieja, había un lugar real donde había vivido.
Ayer me acerqué hasta allí. La casa todavía está en pie, aunque el tiempo la ha dejado casi en ruinas: ventanas tapiadas, la puerta desconchada, el jardín devorado por la maleza. Me quedé observando desde la acera, sin atreverme al principio a acercarme. Entonces una voz me sacó del ensimismamiento.
Era una señora mayor, vecina de toda la vida según me dijo. Me miró con cierta desconfianza, pero cuando mencioné a Marina su gesto cambió. No quiso dar demasiados detalles, aunque dejó escapar algo inquietante: "esa muchacha se metió donde no debía, y desde entonces... el bosque no la soltó".
Intenté preguntarle más, pero solo negó con la cabeza y se marchó despacio hacia su portal. Su respuesta me dejó helado. No sé si hablaba en sentido literal o si repetía algún rumor del pueblo. Lo único que tengo claro es que la historia de Marina está mucho más ligada al bosque de lo que pensaba.
- Daniel
La carta
Publicado el 1 de septiembre de 2025
Han pasado varios días desde la última vez que escribí aquí. No fue casualidad, ni porque no hubiera nada que contar. Fue porque recibí algo que me hizo dudar si debía seguir con esto.
A la mañana siguiente de visitar la dirección y hablar con la mujer mayor, encontré en mi buzón un sobre sin remitente. Dentro había una hoja doblada, escrita a máquina. El mensaje era corto, directo, y sonaba a amenaza:
“No sigas hurgando donde no te llaman. Olvida ese nombre.
Olvida el bosque.”
La letra era fría, impersonal, y el papel amarillento parecía sacado de otra época. Lo que más me inquieta es que la carta estaba dirigida a mí, con mi nombre completo en el sobre. Alguien sabe quién soy y qué estoy haciendo.
Estos días he estado pensando si debía parar, si realmente merece la pena seguir con esto. Pero cuanto más lo pienso, más claro lo tengo: si alguien quiere que deje de investigar, es porque hay algo que no debe salir a la luz.
No sé si estoy preparado para lo que venga, pero no voy a detenerme ahora.
- Daniel
Advertencias
Publicado el 3 de septiembre de 2025
Han pasado un par de días sin que escriba nada aquí. No fue por falta de ganas, sino porque después de la visita a la vecina recibí algo que me dejó helado: una carta, sin remitente, metida por debajo de la puerta. Decía, con letra torpe pero clara: “No te metas donde no te llaman”. No había nada más. Solo eso. Pero suficiente para hacerme dudar de si debía seguir con esto.
Aun así, no pude parar. Revisando de nuevo entre las cosas viejas de Sam, encontré una caja que no había visto antes. Dentro había varias cintas y papeles sueltos. Una de las cintas estaba marcada con su nombre. No la he podido escuchar todavía —necesito un reproductor en condiciones—, pero solo tenerla en mis manos me dio un mal presentimiento, como si no quisiera que nadie más la oyera.
La sensación de estar vigilado no desaparece. Desde hace un par de noches, noto pasos cuando vuelvo a casa, o sombras demasiado cerca. No sé si es paranoia o si alguien realmente no quiere que siga tirando de este hilo.
Hoy decidí volver al bosque. He llevado mi móvil y he tomado una foto del sitio donde Sam solía ir. Es extraño, parece el mismo lugar de siempre, pero siento que algo no encaja. Como si me observaran desde dentro, entre los árboles.
Voy a seguir adelante. Esta noche volveré a adentrarme en el bosque. Si encuentro algo más, lo dejaré registrado aquí.
- Daniel
El hospital
Publicado el 9 de septiembre de 2025
Ha pasado casi una semana desde mi última entrada. No es que no quisiera escribir... es que no he podido. Desperté en una cama de hospital sin recordar cómo había llegado allí.
Lo último que tengo grabado en la memoria es el bosque. Estaba avanzando entre los árboles, notaba cómo la oscuridad se cerraba a mi alrededor y después... nada. Un vacío. Como si alguien hubiese apagado la luz de golpe.
Los médicos dicen que me encontraron inconsciente y que alguien me dejó en la entrada del hospital. No saben quién fue, ni cómo llegué hasta allí. Ningún parte policial, ningún nombre registrado. Solo aparecí, como si alguien quisiera asegurarse de que sobreviviera.
Desde que desperté, no dejo de pensar en la carta que recibí antes de todo esto, esa advertencia de que no debía meterme donde no me llamaban. ¿Fue casualidad lo que pasó en el bosque? ¿O alguien me está empujando fuera del camino?
No sé si esto es una advertencia entre líneas o una advertencia más clara de lo que pensaba. Pero cada vez siento más que no estoy solo en esto.
- Daniel
Un descanso
Publicado el 11 de septiembre de 2025
Hoy me dieron el alta y por fin estoy de vuelta en casa. Aun me duele un poco la cabeza y sigo sin recordar bien lo que paso aquella noche en el bosque, solo flashes raros, como sombras y ruido de ramas. Pero lo que mas me pesa no es lo que recuerdo, sino lo que pudo haber pasado si no hubiera despertado en el hospital.
He estado pensando mucho y la verdad... tengo miedo. No soy idiota, se que algo me paso alli dentro y que no fue casualidad. Asi que, por ahora, voy a parar un poco. No quiero seguir metiendo las narices donde no me llaman. Al menos no por unos dias.
Quizas suene cobarde, pero ese susto me hizo pensar que hay cosas que pueden costarme caro. Y aunque no quiero admitirlo, siento que si vuelvo demasiado pronto al bosque, puede que no regrese.
No se cuanto tiempo durara este "descanso". Puede que mañana vuelva a estar con la curiosidad ardiendome por dentro. Pero por ahora necesito aire, silencio... y dormir en mi cama sin mirar por encima del hombro.
- Daniel
El bosque del ahorcado
Publicado el 19 de septiembre de 2025
Prometí que iba a tomarme un descanso, y lo estoy cumpliendo en parte. No he vuelto al bosque ni tengo intención de hacerlo por ahora, pero estos días he estado leyendo y buscando información por mi cuenta. No quiero arriesgarme demasiado, solo observar desde fuera.
Entre páginas perdidas de internet y comentarios en foros viejos, encontré algo que me llamó la atención. Algunos mencionan que ese lugar también es conocido como el "bosque del ahorcado". Según cuentan, hace mucho tiempo alguien apareció colgado de un árbol, con extrañas marcas en la piel. Nadie se pone de acuerdo en si eran cortes, símbolos o simples invenciones. Tampoco hay fechas, ni nombres, ni pruebas claras... solo un rumor que se repite en distintos sitios.
Puede que no sea más que una leyenda urbana sin fundamento, inventada para dar miedo. O quizá, como suele pasar con estas historias, tenga un fondo de verdad enterrado bajo años de silencio. No lo sé, pero me cuesta apartar esa imagen de mi cabeza.
De momento sigo manteniendo mi descanso. Aun así, cuanto más intento no pensar en ello, más me persigue.
- Daniel
El correo sin asunto
Publicado el 24 de septiembre de 2025
Llevo días intentando apartar la mente de todo esto, pero es imposible. Desde que descubrí lo del llamado “Bosque del Ahorcado” no he dejado de darle vueltas, como si cada palabra de esa historia me persiguiera. No he vuelto allí, pero sí he seguido investigando desde casa. Buscando en periódicos viejos, foros olvidados, cualquier cosa que me dé un poco de sentido. Y cuanto más escarbo, más vacío encuentro. Como si alguien se hubiese tomado la molestia de limpiar todo rastro.
Hoy, sin embargo, encontré algo distinto. O mejor dicho… algo me encontró a mí.
Abrí mi correo y vi un mensaje nuevo. Sin asunto. El remitente era un nombre extraño, un apodo que no me sonaba de nada. Al abrirlo, solo había una línea escrita:
"Sabemos lo que haces. Deja de remover lo que no entiendes."
Me quedé helado frente a la pantalla. No había nada más: ni firma, ni explicación. Solo esa frase seca, como si la hubiera escrito alguien que me está mirando demasiado de cerca.
No puedo decir que no tenga miedo. De hecho, creo que nunca lo había sentido así. Pero borrar este correo sería como fingir que no pasó. Lo dejo aquí, registrado, porque si me pasa algo, esta puede ser la prueba de que todo esto es real.
Quizás sea una advertencia. O quizás sea la confirmación de que estoy tocando un hilo que alguien no quiere que tire.
- Daniel
La figura en la ventana
Publicado el 28 de septiembre de 2025
Anoche, cuando ya oscurecía, uno de mis vecinos vino a tocar a mi puerta. Era un hombre mayor del barrio, de esos que apenas saludan, pero su expresión esta vez era distinta: estaba tenso, incómodo.
Sin rodeos me preguntó si había recibido visitas la noche anterior. Le respondí que no, extrañado. Entonces, casi en susurros, me dijo que había visto a alguien parado frente a mi ventana durante varios minutos. Una figura inmóvil, sin moverse ni decir nada, como observando hacia el interior de mi casa.
Lo peor es que mi vivienda está en una planta baja, con la ventana a pie de calle. Según él, cuando salió para ver mejor, la silueta ya no estaba. No escuchó pasos alejándose ni vio a nadie girar la esquina. Simplemente, había desaparecido.
Mientras hablaba, notaba cómo se me erizaba la piel. Aquella descripción despertó en mí una sensación que creía haber dejado atrás después del hospital: esa certeza irracional pero persistente de que algo —o alguien— me sigue de cerca. Desde entonces, no puedo evitar mirar por la ventana cada vez que escucho un ruido en la calle. Incluso dentro de casa tengo la sensación de estar siendo observado, como si unas pupilas invisibles siguieran mis movimientos.
Anoche, después de cerrar la puerta, repasé cada rincón del piso para asegurarme de que todo estaba cerrado. La luz de la calle proyectaba sombras largas sobre las paredes, y cada sombra parecía adquirir vida propia. Me costó conciliar el sueño; la imagen de una figura inmóvil, al otro lado del cristal, se repetía una y otra vez en mi cabeza.
La marca y la carta
Publicado el 30 de septiembre de 2025
A la mañana siguiente de que el vecino me contara lo de la silueta, me acerqué a la ventana como quien no quiere mirar. Quería convencerme de que todo había sido imaginación. Pero había algo ahí: una mancha en el marco, justo a la altura de la mano. No era barro normal; parecía seco, con restos oscuros que crujían al rozarlos con el dedo. Al pasar la yema noté una textura aceitosa, como si alguien hubiera apoyado la palma con suciedad y luego la hubiera dejado secar.
La visión me cayó como un peso en el pecho. No era ya solo la sensación de ser observado: alguien había dejado una señal física, en mi casa. Saqué el móvil para hacerle una foto, pero no quise subirla ahora; si la publico sin más contexto puede parecer paranoia. La guardé en la carpeta de pruebas junto a la libreta y las cintas.
Poco después, cuando parecía que nada más iba a ocurrir, encontré un sobre deslizado por debajo de la puerta. Sin remitente. Dentro, una sola línea escrita con letra irregular:
“El bosque no olvida, aunque tú quieras ignorarlo.”
La caligrafía tenía algo familiar, como las notas apresuradas del cuaderno, pero no puedo afirmarlo aún. No quiero lanzarme a comparaciones sin pruebas, así que la hoja está dentro de una carpeta, junto a la foto de la marca en la ventana. También he guardado el sobre tal cual lo encontré, por si acaso.
No sé si es una advertencia más, un intento de asustarme o una provocación deliberada. Lo que sí sé es que ya no puedo fingir que soy un observador neutral. Alguien actúa sobre mi vida cotidiana y deja pistas a la vista. Mañana intentaré hablar con el vecino otra vez y ver si recuerda algún detalle más. Y por ahora, cierro ventanas con doble llave y no dejo nada a la vista.
Si esto fuera una película, diría que debo huir. Pero no soy de huir. Guardaré todo y esperaré a ver si esas pistas me llevan a algo real o solo a más sombras.
- Daniel
La fotografía
Publicado el 3 de octubre de 2025
Han pasado unos días desde que mi vecino me advirtió sobre aquella figura frente a mi ventana. Desde entonces, no he podido dormir igual. Cada sombra en la calle, cada reflejo en el cristal me hace contener la respiración.
Hoy, al bajar a recoger el correo, encontré un sobre sin remitente en mi buzón. No tenía sello, ni nombre, ni nada escrito. Tan solo un pliegue amarillento, como si alguien lo hubiera dejado allí con prisa… o demasiado cerca.
Dentro había una única fotografía.
En la imagen se veía mi ventana, iluminada débilmente desde el interior. La foto estaba tomada desde la calle, de noche, y la fecha impresa en una esquina coincidía exactamente con el día que mi vecino juró haber visto a alguien quieto mirándome desde fuera.
Sentí un nudo en el estómago. Al ampliar la foto con la luz, noté algo que me heló la sangre: el encuadre estaba demasiado fijo, demasiado nítido. No era una foto tomada al pasar, sino un disparo calculado, con calma. Como si alguien hubiese estado allí, de pie, apuntando mi casa con una cámara durante varios minutos.
Lo peor es que en el cristal, en un rincón oscuro apenas iluminado, parece distinguirse una silueta más. Una forma difusa, como si no estuviera solo dentro de mi propio piso.
Me quedé paralizado mirando la foto. Si esa figura es real, entonces no solo me observaban desde fuera… alguien estuvo conmigo dentro, en silencio, mientras yo no lo sabía.
Desde ese momento no he vuelto a sentirme seguro ni un segundo. La cerradura me parece débil. Las paredes demasiado delgadas. Y la ventana… la ventana ya no es una barrera, sino un recordatorio constante de que estoy expuesto.
No entiendo qué buscan de mí. Pero si han llegado a este punto, temo que solo sea cuestión de tiempo antes de que crucen la puerta.
Y tú… qué harías si recibieras una fotografía como esta?
Despertar
Publicado el 7 de octubre de 2025
Han pasado dos días desde que desperté en el hospital. Aún tengo la cabeza embotada, y hay cosas que no logro ordenar del todo. Recuerdo un sonido seco, una sombra en la ventana... y después, nada. El médico me dijo que un vecino me encontró tendido en el suelo, inconsciente, sin señales de violencia. Pero algo dentro de mí sabe que eso no es del todo cierto.
Según la policía, no había nada extraño en el piso. La puerta estaba cerrada, ninguna cerradura forzada. Solo un pequeño objeto en el suelo, justo al lado de la entrada: una figura hecha con ramas, trenzadas con cuidado, como una muñeca tosca. La devolvieron junto con mis cosas, pero juro que no la había visto nunca.
Esta mañana, cuando desperté aquí, la figura estaba a los pies de la cama. Exactamente la misma. Nadie del hospital supo decirme cómo llegó allí. La enfermera pensó que era una broma, pero no hay nada gracioso en esto.
Intento convencerme de que todo tiene una explicación lógica, pero no puedo. Desde que abrí los ojos siento que no estoy solo. Hay algo... una presencia, una mirada que se posa sobre mí incluso con las luces encendidas. Cada sombra del pasillo parece detenerse justo antes de entrar.
No puedo escapar de la sensación de que me han encontrado otra vez. Que el bosque, de alguna manera, no me ha dejado marchar.
Voy a dejar de escribir por unos días. Necesito descansar, aunque algo me dice que ellos ya saben que estoy despierto.
- Daniel